La adquisición de un alternador de segunda mano representa una alternativa económica frente a la compra de componentes nuevos, especialmente cuando el presupuesto es limitado. Este dispositivo, fundamental para el sistema eléctrico de cualquier vehículo, convierte la energía mecánica en eléctrica y mantiene la batería cargada durante el funcionamiento del motor. Sin embargo, seleccionar un alternador usado requiere conocimientos técnicos específicos para evitar problemas futuros. No todos los alternadores usados ofrecen la misma fiabilidad, y elegir el incorrecto puede generar averías eléctricas costosas o incluso dejar tu vehículo inmóvil en el momento menos oportuno.

Los alternadores varían considerablemente en especificaciones técnicas, capacidad de generación eléctrica y compatibilidad física según el modelo de vehículo. Esta complejidad hace que la evaluación de un alternador de segunda mano sea un proceso que requiere atención a múltiples factores, desde parámetros eléctricos hasta compatibilidad mecánica y estado físico general. El mercado de recambios usados ofrece numerosas opciones, pero sin los conocimientos adecuados, podrías estar adquiriendo un componente inadecuado o con vida útil limitada.

Diagnóstico y características técnicas de alternadores usados

Antes de adquirir un alternador de segunda mano, resulta esencial comprender los aspectos técnicos fundamentales que determinan su funcionamiento y compatibilidad. Los alternadores modernos no son componentes intercambiables universalmente; cada uno está diseñado para cumplir con especificaciones precisas relacionadas con la potencia requerida por el vehículo, su sistema eléctrico y sus dimensiones físicas. La evaluación técnica debe comenzar con la identificación del tipo de alternador necesario para tu modelo específico de vehículo.

Los fabricantes de automóviles suelen diseñar sus sistemas eléctricos con requisitos particulares que los alternadores deben satisfacer. Factores como la capacidad de la batería, los componentes eléctricos instalados y el uso habitual del vehículo influyen directamente en las especificaciones técnicas necesarias. Un alternador subdimensionado podría no proporcionar suficiente energía, mientras que uno sobredimensionado podría causar problemas de regulación o sobrecarga del sistema.

Parámetros eléctricos clave: voltaje de salida, amperaje y regulación

El voltaje de salida constituye uno de los parámetros más críticos en la evaluación de un alternador. Para vehículos de 12 voltios, el alternador debe generar entre 13,8 y 14,8 voltios bajo condiciones normales de funcionamiento. Esta lectura debe permanecer relativamente estable incluso cuando se incrementa la demanda eléctrica mediante la activación de faros, aire acondicionado u otros componentes. Un alternador que genera voltajes inconsistentes o fuera de este rango probablemente presente problemas en su regulador interno o en los diodos rectificadores.

El amperaje representa la capacidad del alternador para suministrar corriente eléctrica, medida en amperios. Los alternadores estándar pueden proporcionar entre 40 y 200 amperios, dependiendo del modelo y fabricante. Vehículos con sistemas de audio potentes, luces adicionales o equipamiento eléctrico especial requerirán alternadores de mayor amperaje. Es fundamental verificar que el alternador de segunda mano cumpla o supere ligeramente los requisitos de amperaje del vehículo original.

La regulación de voltaje es el mecanismo que controla la tensión de salida del alternador, adaptándola a las necesidades del sistema eléctrico. Los alternadores modernos incorporan reguladores electrónicos sofisticados que pueden estar integrados internamente o montados externamente. Un alternador con un regulador defectuoso presentará fluctuaciones de voltaje, lo que puede dañar componentes electrónicos sensibles o reducir la vida útil de la batería.

Identificación de modelos Bosch, Valeo y Denso compatibles

Los fabricantes Bosch, Valeo y Denso son líderes en la producción de alternadores originales y aftermarket para prácticamente todas las marcas de vehículos. Cada uno utiliza sistemas de numeración específicos que permiten identificar la compatibilidad con diferentes modelos. Por ejemplo, los alternadores Bosch suelen incluir un código alfanumérico que comienza con "0 124" seguido de números que indican la aplicación específica. Puedes visita el sitio opisto.com para identificar modelos específicos por marca y referencia.

Para alternadores Valeo, el código suele comenzar con "TG" o "SG" seguido de números que indican potencia y aplicación. Los alternadores Denso, por su parte, utilizan códigos que inician con "100" o "102" para identificar sus diferentes modelos. La verificación cruzada de estos códigos con catálogos de aplicaciones es imprescindible para garantizar la compatibilidad con tu vehículo específico.

Además de la compatibilidad directa, existen alternadores "equivalentes" que, aunque tengan diferente fabricante o referencia, cumplen con las mismas especificaciones técnicas y dimensionales. Estos pueden ser opciones válidas siempre que se verifique cuidadosamente su compatibilidad eléctrica y mecánica.

Pruebas de carga y descarga con osciloscopio automotriz

El osciloscopio automotriz representa la herramienta más sofisticada para evaluar el funcionamiento de un alternador de segunda mano. Este dispositivo permite visualizar las ondas eléctricas producidas por el alternador, revelando problemas que otros métodos no pueden detectar. Una prueba completa con osciloscopio debe mostrar una onda sinusoidal regular sin caídas significativas o picos anormales, que indicarían problemas en los diodos o en las bobinas del estator.

La prueba de carga consiste en monitorizar el comportamiento del alternador mientras se aumenta progresivamente la demanda eléctrica. Un alternador en buen estado mantendrá un voltaje constante incluso bajo carga elevada. Si el voltaje cae por debajo de 13,2 voltios con cargas como faros, aire acondicionado y desempañador trasero activados simultáneamente, el alternador podría tener una capacidad reducida o un problema interno.

Un alternador en óptimas condiciones debe mantener un voltaje estable entre 13,8 y 14,8 voltios independientemente de la carga eléctrica aplicada. Cualquier desviación significativa de estos valores indica problemas potenciales que deben evaluarse antes de la compra.

La prueba de ripple o rizado mediante osciloscopio puede revelar fallos en los diodos rectificadores. Un alternador saludable mostrará un rizado de AC inferior a 0,5 voltios. Valores superiores sugieren diodos defectuosos que no convierten adecuadamente la corriente alterna en continua, lo que afectaría a los componentes electrónicos del vehículo.

Análisis de diodos y escobillas mediante inspección visual

La inspección visual constituye un método complementario valioso para evaluar componentes críticos como diodos y escobillas. Los diodos rectificadores, responsables de convertir la corriente alterna generada en corriente continua utilizable, pueden presentar signos físicos de deterioro como quemaduras, oxidación o desprendimiento de su montaje. Estos indicios visuales suelen correlacionarse con fallos eléctricos detectables en las pruebas de carga.

Las escobillas son elementos de desgaste que transmiten corriente al rotor del alternador. En un alternador de segunda mano, es crucial verificar la longitud restante de las escobillas, que idealmente debería ser superior al 50% de su longitud original. Escobillas muy desgastadas requerirán sustitución inmediata y podrían indicar un uso intensivo del alternador. También debe comprobarse que el resorte que presiona la escobilla mantenga una tensión adecuada.

El conmutador o anillo colector, superficie contra la que frotan las escobillas, debe presentar un aspecto uniforme sin surcos profundos, quemaduras o decoloraciones. Un conmutador en mal estado provoca funcionamiento errático del alternador y reduce significativamente su vida útil, incluso con escobillas nuevas.

Compatibilidad mecánica con diferentes modelos de vehículos

La compatibilidad mecánica representa un aspecto tan crítico como las características eléctricas al seleccionar un alternador de segunda mano. Las dimensiones físicas, puntos de montaje, ubicación de conectores eléctricos y sistema de poleas varían considerablemente entre diferentes fabricantes e incluso entre modelos de la misma marca. Un alternador eléctricamente adecuado pero mecánicamente incompatible simplemente no podrá instalarse correctamente en el vehículo.

Los fabricantes de automóviles suelen modificar los diseños de montaje de alternadores entre diferentes generaciones de modelos o incluso durante actualizaciones menores. Estas variaciones pueden incluir cambios en la posición de los soportes, en la disposición de conectores o en el tipo de polea utilizada. Un análisis detallado de estos elementos permite determinar si un alternador de segunda mano específico se adaptará físicamente al espacio disponible en el compartimiento del motor.

La correcta instalación del alternador afecta directamente a aspectos como la tensión de la correa, la alineación con otros componentes y la refrigeración adecuada. Problemas en estos aspectos pueden reducir significativamente la vida útil del alternador, incluso si sus características eléctricas son perfectamente compatibles con el vehículo.

Sistemas de montaje y poleas en alternadores GM, ford y VAG

Los sistemas de montaje varían significativamente entre los principales fabricantes. General Motors (GM) generalmente utiliza un sistema de montaje con dos soportes y una tensión de correa ajustable mediante un mecanismo deslizante. Ford suele emplear un sistema similar pero con posiciones de montaje específicas que no son intercambiables con otros fabricantes. El grupo Volkswagen Audi (VAG) frecuentemente utiliza un sistema de tensor automático con una posición de montaje fija para el alternador.

Las poleas representan otro elemento diferenciador importante. Tradicionalmente, los alternadores utilizaban poleas simples y fijas, pero los vehículos modernos incorporan cada vez más poleas de rueda libre (OAP - Overrunning Alternator Pulley) o poleas de desacoplamiento (OAD - Overrunning Alternator Decoupler). Estas poleas especializadas reducen vibraciones y protegen la correa y el alternador de cambios bruscos en la velocidad del motor. Es esencial que el alternador de segunda mano conserve el mismo tipo de polea que el original o sea compatible con una actualización si es necesario.

El diámetro y el número de canales de la polea también deben coincidir con las especificaciones originales para mantener la relación de transmisión adecuada. Una polea de diferente diámetro alterará la velocidad de giro del alternador, afectando su rendimiento y vida útil.

Dimensiones críticas y puntos de anclaje según fabricante

Cada fabricante establece dimensiones específicas para componentes como la distancia entre puntos de anclaje, la orientación de las salidas eléctricas y la posición del regulador de voltaje. Por ejemplo, los alternadores para motores transversales suelen tener configuraciones de montaje diferentes a los diseñados para motores longitudinales, incluso dentro de la misma marca de vehículos.

Los puntos de anclaje deben verificarse midiendo la distancia entre los orificios de montaje y su diámetro. Una diferencia de apenas unos milímetros puede hacer imposible la instalación sin modificaciones estructurales que podrían comprometer la integridad del sistema. La posición del conector principal también debe coincidrir exactamente para permitir una conexión adecuada con el arnés eléctrico del vehículo.

FabricanteTipo de montaje comúnCaracterísticas de la poleaConsideraciones especiales
GM/OpelDos soportes con tensor deslizanteMayormente polea simple o OAPVerificar orientación del conector principal
FordSoporte único o doble según modeloOAD en modelos recientesDiferentes sistemas según región (Europa/América)
VAGSoporte rígido con tensor automáticoOAD con embrague unidireccionalRequiere herramienta especial para polea
PSAMontaje en posición alta o bajaOAP en la mayoría de modelos desde 2010Sensible a la orientación del regulador

Adaptadores y modificaciones para alternadores magneti marelli

Los alternadores Magneti Marelli, ampliamente utilizados en vehículos europeos, presentan particularidades que a veces requieren adaptadores o modificaciones para su instalación en determinados modelos. Estos adaptadores pueden ser necesarios para ajustar la posición del alternador, modificar el sistema de tensado o adaptar conectores eléctricos incompatibles. Sin embargo, cualquier modificación debe realizarse con extrema precaución para no comprometer la integridad del sistema eléctrico.

Existen kits de adaptación comerciales para aplicaciones específicas que permiten instalar alternadores Magneti Marelli en vehículos originalmente equipados con otras marcas. Estos kits suelen incluir soportes modificados, espaciadores precisos y adaptadores para conectores eléctricos. La utilización de estos kits es preferible a realizar modificaciones artesanales que podrían comprometer la seguridad y fiabilidad.

Las modificaciones más comunes incluyen la adaptación de la orientación del regulador de voltaje, el reposicionamiento de conectores auxiliares o la sustitución de la polea por una compatible. Estas modificaciones requieren conocimientos técnicos específicos y herramientas adecuadas para garantizar un resultado profesional y seguro.

Verificación del número de referencia OEM y equivalencias

La verificación del número de referencia OEM (Original Equipment Manufacturer) constituye un método preciso y fiable para confirmar la compatibilidad de un alternador de segunda mano con un vehículo específico. Estos números de referencia, generalmente grabados en el cuerpo del alternador o en una etiqueta adherida al mismo, identifican de manera única el modelo y sus especificaciones técnicas. Localizar y comparar este número con catálogos oficiales o bases de datos de fabricantes permitirá determinar con exactitud si el alternador es apropiado para el vehículo en cuestión.

Existen también números de equivalencia entre diferentes fabricantes que facilitan la identificación de alternadores compatibles de distintas marcas. Por ejemplo, un alternador Bosch puede tener equivalentes directos en Valeo, Denso o Magneti Marelli con idénticas especificaciones técnicas y dimensionales. Estas equivalencias están documentadas en catálogos especializados y bases de datos que los profesionales y tiendas de recambios suelen consultar. Es importante mencionar que, aunque dos alternadores sean técnicamente equivalentes, pueden existir pequeñas variaciones en calidad de materiales o durabilidad.

Para vehículos más recientes, el número de referencia puede estar vinculado con el VIN (Vehicle Identification Number) en las bases de datos del fabricante. Proporcionar este número a un desguace especializado o tienda de recambios puede ayudar a identificar con precisión el alternador específico requerido. Algunos vendedores de alternadores usados ofrecen servicios de verificación cruzada para confirmar la compatibilidad antes de realizar la compra.

Evaluación del estado físico de alternadores de segunda mano

La condición física de un alternador usado revela mucho sobre su historial de uso y potencial vida útil restante. Una inspección visual detallada permite identificar signos de desgaste excesivo, daños estructurales o exposición a condiciones adversas que podrían comprometer su funcionamiento. Este examen debe realizarse sistemáticamente, evaluando tanto el exterior como los componentes internos accesibles.

El estado de la carcasa exterior es el primer indicador visible de la condición general. Óxido excesivo, grietas o signos de impacto sugieren que el alternador ha estado expuesto a condiciones severas o ha sufrido daños físicos. Aunque algunos problemas estéticos como decoloración o suciedad superficial no afectan necesariamente el rendimiento, deformaciones en las áreas de montaje o daños estructurales pueden comprometer seriamente la instalación y funcionamiento.

La condición de los conectores eléctricos y terminales resulta igualmente reveladora. Terminales oxidados, derretidos o con signos de sobrecalentamiento indican problemas previos que podrían reaparecer. Los conectores deben mantener su integridad física completa, sin pines doblados o desgastados, y los sellos de goma, si están presentes, deben conservarse intactos para prevenir la entrada de humedad y contaminantes.

El rodamiento del alternador, responsable del giro suave y silencioso del rotor, debe evaluarse girando manualmente la polea. Cualquier resistencia irregular, ruido de fricción o juego excesivo indica un rodamiento deteriorado que requerirá sustitución. Los rodamientos defectuosos no solo generan ruido molesto durante el funcionamiento, sino que pueden provocar desalineación del rotor y eventual fallo catastrófico.

Un alternador de segunda mano en buen estado debe girar suavemente sin ruidos anormales, mantener integridad estructural en su carcasa y presentar conectores eléctricos limpios y sin daños. Cualquier desviación de estas condiciones puede indicar problemas potenciales que afectarán su rendimiento y durabilidad.

Herramientas y métodos para probar alternadores antes de comprar

Evaluar un alternador de segunda mano antes de su adquisición requiere herramientas específicas y metodologías precisas que permitan diagnosticar su estado funcional. Esta evaluación preventiva puede evitar costosas sorpresas posteriores y garantizar que el componente cumplirá adecuadamente con su función una vez instalado. Dependiendo del contexto de compra, estas pruebas pueden realizarse in situ o solicitar reportes detallados de pruebas realizadas por el vendedor.

Las pruebas preliminares pueden incluir inspecciones visuales y verificaciones manuales como las descritas anteriormente, pero las evaluaciones definitivas requieren instrumentación específica. Estas pruebas proporcionan datos objetivos sobre los parámetros de funcionamiento del alternador, permitiendo comparaciones directas con las especificaciones del fabricante y estándares de rendimiento esperados.

Multímetros digitales y analógicos para mediciones precisas

El multímetro representa la herramienta básica e indispensable para cualquier evaluación eléctrica de un alternador. Los multímetros digitales modernos ofrecen precisión superior y funciones específicas para automoción, mientras que los analógicos pueden resultar útiles para detectar fluctuaciones rápidas en tiempo real. Para una evaluación completa, el multímetro debe utilizarse en diferentes modos de medición para verificar diversos parámetros eléctricos.

La medición de voltaje en circuito abierto permite verificar la capacidad básica de generación eléctrica. Un alternador en buen estado, conectado a un banco de pruebas o instalado temporalmente, debe producir entre 13,8 y 14,8 voltios a velocidad de ralentí aumentado (aproximadamente 1500 RPM). Esta lectura debe permanecer estable y dentro de ese rango durante al menos varios minutos de funcionamiento continuo.

La prueba de caída de tensión resulta especialmente reveladora para detectar problemas en conexiones internas o resistencias anómalas. Se realiza midiendo la diferencia de potencial entre puntos específicos del circuito mientras el alternador está funcionando bajo carga. Diferencias superiores a 0,2 voltios entre terminales que deberían estar efectivamente conectados indican problemas de conductividad que afectarán el rendimiento.

Para verificar la integridad de los diodos rectificadores, un multímetro con función de medición de diodos permite comprobar cada diodo individualmente. Un diodo funcional debe permitir el paso de corriente en una dirección mientras lo bloquea en la dirección opuesta. La lectura típica de caída de tensión directa debe estar entre 0,4 y 0,7 voltios. Lecturas fuera de este rango o conducción en ambas direcciones indican diodos defectuosos.

Comprobadores específicos como midtronics y launch para alternadores

Los comprobadores especializados como los fabricados por Midtronics, Launch, Autel o Bosch proporcionan análisis automatizados y detallados del sistema de carga. Estos dispositivos integran protocolos de prueba específicos que someten al alternador a diferentes condiciones de carga mientras monitorizan múltiples parámetros simultáneamente. A diferencia de las pruebas manuales con multímetro, estos equipos pueden detectar problemas intermitentes o que solo aparecen bajo condiciones específicas.

El proceso típico con un comprobador especializado incluye la conexión a la batería y al alternador, seguida de una secuencia automatizada de pruebas que evalúa el voltaje de salida en diferentes regímenes de carga. Estos equipos generalmente aplican cargas controladas para simular condiciones reales de funcionamiento y evalúan la respuesta del alternador. Al finalizar, presentan informes detallados que identifican problemas específicos como diodos defectuosos, problemas de regulación o capacidad reducida.

Algunos comprobadores avanzados incluyen funciones de diagnóstico que no solo identifican la presencia de un problema sino que también sugieren componentes específicos que podrían necesitar reparación o sustitución. Esta información resulta invaluable para evaluar si un alternador de segunda mano merece ser adquirido o si los problemas detectados elevarían significativamente el costo total una vez consideradas las reparaciones necesarias.

Interpretación de datos del sistema OBD-II relacionados con carga

Los vehículos modernos equipados con sistemas OBD-II (On-Board Diagnostics II) almacenan información detallada sobre el funcionamiento del sistema de carga que puede ser accedida mediante lectores de códigos. Aunque esta metodología no es aplicable directamente a un alternador desmontado, sí permite verificar el historial de problemas eléctricos del vehículo del que proviene, proporcionando contexto valioso sobre posibles condiciones preexistentes.

Los códigos de falla relacionados con el sistema de carga, como P0562 (Voltaje del sistema bajo) o P0563 (Voltaje del sistema alto), indican problemas de regulación que podrían estar asociados con el alternador. La presencia recurrente de estos códigos en el historial del vehículo sugiere problemas crónicos que podrían persistir incluso después de instalar el alternador en otro vehículo.

Algunos escáneres OBD-II avanzados permiten acceder a parámetros en tiempo real (PIDs - Parameter IDs) relacionados con el sistema de carga, como el voltaje del sistema, corriente de carga y estado de carga de la batería. Estos datos, analizados durante diferentes condiciones de operación, proporcionan una visión integral del comportamiento del sistema que puede revelar problemas sutiles no detectables mediante pruebas estáticas.

Técnicas de diagnóstico mediante sonido y temperatura

El análisis acústico representa una técnica complementaria valiosa para evaluar alternadores. Un alternador en buen estado debe funcionar con un zumbido suave y constante, sin chirridos, golpeteos o variaciones abruptas en intensidad sonora. Ruidos anormales específicos pueden asociarse con problemas particulares: chirridos agudos suelen indicar rodamientos defectuosos, mientras que zumbidos fluctuantes pueden señalar problemas en bobinas o diodos.

Para realizar esta evaluación de manera efectiva, es recomendable utilizar un estetoscopio mecánico o electrónico que permite aislar y amplificar los sonidos provenientes de componentes específicos. Esta herramienta facilita la localización precisa de la fuente de ruidos anormales, distinguiendo entre sonidos originados en el alternador y aquellos provenientes de componentes adyacentes.

El análisis térmico ofrece otra dimensión diagnóstica importante. Durante el funcionamiento normal, un alternador genera calor, pero su temperatura debe estabilizarse en un rango aceptable (generalmente entre 60°C y 100°C dependiendo del modelo). Temperaturas excesivas localizadas pueden indicar problemas específicos: puntos calientes en la carcasa cerca de los diodos sugieren rectificadores defectuosos, mientras que sobrecalentamiento en la zona del regulador apunta a problemas de regulación de voltaje.

Las cámaras termográficas o termómetros infrarrojos permiten mediciones precisas sin contacto, identificando gradientes térmicos anormales que podrían pasar desapercibidos en una inspección tradicional. Este análisis resulta particularmente útil para detectar problemas incipientes que aún no han desarrollado síntomas evidentes en pruebas eléctricas convencionales.

Consideraciones económicas y de rendimiento

La decisión de adquirir un alternador de segunda mano debe contemplar no solo su costo inicial sino también factores económicos a largo plazo como durabilidad esperada, eficiencia energética y costos potenciales de mantenimiento o reparación. El análisis costo-beneficio debe comparar estas variables con las alternativas disponibles, como alternadores nuevos, remanufacturados o reparación del componente original.

El precio de mercado de los alternadores usados varía considerablemente según marca, modelo, antigüedad y estado. Como referencia general, un alternador de segunda mano suele costar entre un 30% y 60% del precio de uno nuevo equivalente. Sin embargo, este ahorro inicial debe evaluarse considerando factores como la garantía (generalmente limitada o inexistente en componentes usados) y la expectativa de vida útil restante, significativamente menor que la de un componente nuevo.

La eficiencia energética representa otro factor económico relevante a largo plazo. Alternadores más antiguos o con desgaste parcial pueden presentar menor eficiencia en la conversión de energía mecánica a eléctrica, lo que se traduce en mayor consumo de combustible para generar la misma potencia eléctrica. Esta diferencia, aunque pequeña en términos porcentuales, puede acumularse significativamente durante la vida útil del componente, especialmente en vehículos con uso intensivo.

Los costos potenciales de mantenimiento deben también considerarse en la ecuación económica. Componentes como escobillas, rodamientos o reguladores de voltaje pueden requerir sustitución prematura en alternadores usados, elevando el costo total de propiedad. Es recomendable calcular un presupuesto de mantenimiento preventivo al considerar alternadores de segunda mano, especialmente para aquellos con signos visibles de desgaste o uso prolongado.

Mantenimiento y expectativa de vida de alternadores reacondicionados

Los alternadores reacondicionados ocupan una posición intermedia entre componentes nuevos y usados, ofreciendo un equilibrio entre costo y confiabilidad. Estos han sido desmontados, inspeccionados, limpiados y reconstruidos sustituyendo componentes desgastados con piezas nuevas. El proceso de reacondicionamiento puede variar desde una simple limpieza y sustitución de escobillas hasta una reconstrucción completa que incluye rebobinado del estator y sustitución de todos los componentes electrónicos.

La expectativa de vida de un alternador reacondicionado depende principalmente de la calidad del proceso de reconstrucción y de los componentes utilizados. Un alternador profesionalmente reacondicionado por un fabricante reconocido puede ofrecer una vida útil cercana a la de un componente nuevo (típicamente entre 100,000 y 150,000 kilómetros en condiciones normales). En contraste, reacondicionamientos básicos o realizados con componentes de calidad inferior pueden presentar vida útil significativamente reducida.

El mantenimiento preventivo puede extender considerablemente la vida útil de cualquier alternador, especialmente aquellos reacondicionados. Prácticas como la inspección regular de la tensión y estado de la correa, limpieza periódica de conexiones eléctricas para prevenir corrosión y monitorización del voltaje de carga pueden identificar problemas incipientes antes de que causen fallos graves. Es recomendable establecer un programa de mantenimiento específico basado en las características particulares del alternador instalado.