La formación profesional en Europa ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas, posicionándose como una alternativa educativa de alta calidad que responde eficazmente a las necesidades del mercado laboral global. Con tasas de inserción laboral que superan en muchos casos el 80% en países como Alemania, Suiza o Finlandia, estos sistemas formativos han demostrado su capacidad para proporcionar a los jóvenes las competencias técnicas y transversales demandadas por los empleadores.

El éxito de estos modelos radica en su estrecha vinculación con el tejido empresarial, la combinación estratégica de formación teórica y práctica, y la adaptación continua a las demandas de cualificación emergentes en sectores estratégicos. Los países europeos han desarrollado diversos enfoques para implementar sistemas de formación profesional eficaces, desde los reconocidos modelos duales germánicos hasta los innovadores centros de excelencia nórdicos.

La digitalización, la transición ecológica y la internacionalización representan tanto desafíos como oportunidades para modernizar estos sistemas educativos. Las instituciones europeas, conscientes de esta realidad, han incrementado los recursos destinados a fortalecer la calidad y atractivo de la formación profesional, situándola como una pieza estratégica en la construcción de economías competitivas y sociedades inclusivas.

Sistemas duales de formación profesional: modelos alemán y suizo

Los sistemas duales de formación profesional representan uno de los pilares fundamentales del éxito económico de países como Alemania y Suiza. Este modelo formativo combina el aprendizaje en centros educativos con periodos prolongados de formación práctica en empresas, logrando una transición fluida entre educación y empleo. La eficacia de estos sistemas se refleja en las bajas tasas de desempleo juvenil: mientras la media europea ronda el 15%, Alemania mantiene cifras por debajo del 6% y Suiza apenas supera el 3%.

El enfoque dual garantiza que los aprendices adquieran tanto conocimientos teóricos sólidos como competencias prácticas directamente aplicables en entornos profesionales reales. Este equilibrio permite a los estudiantes familiarizarse con la cultura empresarial, las dinámicas de trabajo en equipo y las últimas tecnologías utilizadas en su sector, elementos difícilmente replicables en un entorno exclusivamente académico.

Estructura y funcionamiento del sistema dual alemán (ausbildung)

El sistema dual alemán, conocido como Ausbildung , se caracteriza por su estructura altamente regulada y la participación activa de múltiples agentes sociales. Los aprendices dedican aproximadamente el 70% de su tiempo a la formación práctica en la empresa y el 30% restante a la formación teórica en los centros educativos ( Berufsschule ). La duración de estos programas oscila entre 2 y 3,5 años, dependiendo de la complejidad de la profesión.

Las cámaras de comercio e industria ( IHK ) juegan un papel crucial en la supervisión y certificación del sistema. Son responsables de registrar los contratos de formación, asesorar a empresas y aprendices, y organizar los exámenes finales que conducen a la obtención de cualificaciones reconocidas a nivel nacional. Actualmente, el catálogo alemán incluye más de 320 profesiones reguladas que abarcan prácticamente todos los sectores económicos.

La remuneración de los aprendices está estipulada en convenios colectivos y aumenta progresivamente con cada año de formación. En 2023, el salario medio mensual de un aprendiz en Alemania oscilaba entre 800€ y 1.200€, dependiendo del sector y la región, lo que contribuye significativamente a la atracción de jóvenes talentos hacia la formación profesional.

El modelo suizo de aprendizaje y sus tasas de inserción laboral

El sistema suizo de formación profesional destaca por su flexibilidad y por las múltiples pasarelas que ofrece entre diferentes itinerarios educativos. Aproximadamente el 70% de los jóvenes suizos opta por la formación profesional tras la educación obligatoria, una cifra que refleja el prestigio social de esta vía formativa. La estructura habitual comprende 3-4 días semanales de formación en empresa y 1-2 días de formación teórica en centros educativos.

Los resultados en términos de inserción laboral son extraordinarios: el 95% de los graduados encuentra empleo en los seis meses posteriores a la finalización de sus estudios. Además, el 25% de los titulados continúa hacia formación terciaria a través de las Escuelas Técnicas Superiores ( Höhere Fachschulen ) o las Universidades de Ciencias Aplicadas ( Fachhochschulen ).

La formación profesional suiza no es un callejón sin salida, sino la puerta de entrada a un mundo de oportunidades educativas y profesionales. El sistema está diseñado para permitir la progresión constante, adaptándose a las ambiciones y capacidades individuales de cada estudiante.

Un factor diferencial del modelo suizo es la implicación directa de las asociaciones profesionales en el diseño curricular, garantizando que las competencias desarrolladas respondan a necesidades reales del mercado laboral. Esta colaboración trilateral entre administración pública, empresas y asociaciones sectoriales permite actualizar regularmente los contenidos formativos.

Colaboración empresa-escuela: contratos de formación y responsabilidades

La colaboración entre centros educativos y empresas se formaliza mediante contratos de formación que establecen claramente los derechos y obligaciones de todas las partes implicadas. Estos documentos regulan aspectos como la duración del periodo formativo, la remuneración, las vacaciones, los horarios y los contenidos que deben abordarse durante la estancia en la empresa.

En Alemania, las empresas formadoras deben contar con personal cualificado específicamente para desempeñar la función de tutor ( Ausbilder ). Estos profesionales están certificados mediante un examen oficial que evalúa tanto sus competencias técnicas como pedagógicas. Cada tutor puede supervisar simultáneamente a un máximo de tres aprendices, garantizando así una atención personalizada.

Los centros educativos, por su parte, son responsables de impartir los contenidos teóricos establecidos en el currículo nacional, complementando la formación práctica recibida en la empresa. La comunicación fluida entre tutores de empresa y profesores es fundamental para asegurar la coherencia del proceso formativo y realizar el seguimiento individualizado del progreso de cada aprendiz.

Certificaciones reconocidas internacionalmente del sistema dual

Una de las grandes fortalezas de los sistemas duales europeos es el reconocimiento internacional de sus certificaciones. Los títulos obtenidos a través de estos programas están referenciados en el Marco Europeo de Cualificaciones (EQF), lo que facilita la comparabilidad y transferibilidad de competencias entre diferentes países.

En el caso alemán, las cualificaciones profesionales se ubican generalmente en los niveles 3-4 del EQF, equivalentes a un técnico especializado. Las certificaciones suizas siguen un esquema similar, si bien incorporan adicionalmente la posibilidad de obtener el Certificado Federal de Capacidad (EFZ) y el Certificado Federal de Formación Práctica (EBA) para perfiles profesionales de diferente complejidad.

Diversos acuerdos bilaterales y multilaterales facilitan el reconocimiento mutuo de estas certificaciones, especialmente en el espacio europeo. Empresas multinacionales como Siemens, Bosch o Nestlé valoran especialmente a los graduados de estos sistemas por su combinación de conocimiento teórico sólido y experiencia práctica demostrable.

Adaptación del modelo dual en España: casos FP dual en cataluña y país vasco

La implementación del modelo dual en España ha experimentado un crecimiento significativo desde su regulación formal en 2012. Comunidades como Cataluña y País Vasco han liderado esta transformación, adaptando elementos de los modelos germánicos a las particularidades del tejido empresarial español, predominantemente compuesto por PYMES.

En Cataluña, el programa Alliances for Dual VET ha creado redes sectoriales que agrupan a centros educativos y empresas de un mismo ámbito productivo. Este enfoque ha permitido superar las limitaciones derivadas del tamaño de las empresas, facilitando que incluso las más pequeñas puedan participar en el sistema formativo. Actualmente, más de 13.000 estudiantes catalanes participan en programas duales.

El modelo vasco se caracteriza por su estrecha vinculación con la política industrial regional. La red de centros de FP, articulada a través de Tknika (Centro de Investigación e Innovación Aplicada de la FP), trabaja coordinadamente con clusters empresariales estratégicos. Esta colaboración ha permitido desarrollar programas formativos especializados en sectores como la fabricación avanzada, la automoción o las energías renovables.

Programas de movilidad europea para estudiantes de FP

La dimensión internacional constituye un componente cada vez más relevante en la formación profesional europea. Los programas de movilidad permiten a los estudiantes adquirir competencias interculturales, mejorar sus habilidades lingüísticas y familiarizarse con diferentes entornos laborales y tecnológicos. Estas experiencias transnacionales incrementan significativamente la empleabilidad de los participantes y amplían sus horizontes profesionales.

Las estadísticas demuestran que los estudiantes de FP que participan en programas de movilidad internacional tienen un 23% más de probabilidades de encontrar empleo en los seis meses posteriores a su graduación. Además, el 87% de estos estudiantes reporta una mejora sustancial en sus competencias lingüísticas y el 91% señala un aumento en su confianza profesional.

Erasmus+ para formación profesional: requisitos y oportunidades

El programa Erasmus+ constituye la principal vía de financiación para la movilidad internacional en el ámbito de la formación profesional. En su período 2021-2027, cuenta con un presupuesto de más de 26.000 millones de euros, de los cuales aproximadamente un 22% está destinado específicamente a proyectos de FP. Esto representa un incremento sustancial respecto al período anterior, reflejando la apuesta europea por fortalecer esta vía formativa.

Para los estudiantes de FP, Erasmus+ ofrece dos modalidades principales: movilidades de corta duración (de 2 semanas a 3 meses) y movilidades de larga duración (ErasmusPro, de 3 a 12 meses). Esta segunda modalidad, introducida en 2018, busca profundizar el impacto formativo mediante estancias prolongadas que permiten una inmersión más completa en contextos profesionales internacionales.

Los requisitos para participar varían según el tipo de proyecto y la institución de envío, pero generalmente incluyen:

  • Estar matriculado en un programa oficial de FP (grado medio, superior o FP básica)
  • Contar con un nivel básico del idioma del país de destino o inglés como lengua vehicular
  • Superar el proceso de selección interno establecido por el centro de origen
  • Participar en la preparación lingüística y cultural previa a la movilidad

La financiación cubre los gastos de viaje, alojamiento, manutención y seguro, mediante un sistema de becas cuyo importe varía según el país de destino y la duración de la estancia. Adicionalmente, se contemplan complementos específicos para estudiantes con menos oportunidades o necesidades especiales.

Prácticas transnacionales y su impacto en la empleabilidad

Las prácticas transnacionales representan una oportunidad excepcional para que los estudiantes de FP apliquen sus conocimientos en contextos profesionales diferentes al de su país de origen. Estas experiencias facilitan la adquisición de competencias altamente valoradas por los empleadores, como la adaptabilidad, la resolución de problemas en entornos diversos o la comunicación intercultural.

Un estudio publicado por la Comisión Europea en 2022 revela que el 70% de las empresas europeas considera la experiencia internacional como un factor diferencial al evaluar candidatos para puestos técnicos. Este dato es especialmente relevante en sectores con alta proyección internacional como turismo, comercio electrónico, tecnologías de la información o industrias creativas.

El proceso de organización de prácticas transnacionales implica varias fases: desde la identificación de empresas de acogida adecuadas, hasta la definición del programa formativo, pasando por la formalización de acuerdos de aprendizaje que especifican las competencias a desarrollar. Plataformas como EURES o el European Job Mobility Portal facilitan estos procesos de intermediación.

Euroapprenticeships y redes de movilidad sectorial

La red EuroApprenticeships constituye una iniciativa destinada específicamente a potenciar la movilidad internacional de los aprendices en sistemas duales. Creada en 2015, conecta a más de 265 organizaciones de 27 países europeos que colaboran para facilitar intercambios formativos de calidad en entornos laborales.

Este ecosistema colaborativo permite compartir buenas prácticas, desarrollar estándares comunes de calidad y simplificar los procedimientos administrativos asociados a las movilidades. Particularmente relevante es su sistema de mentorías entre organizaciones experimentadas y aquellas que se inician en la gestión de proyectos internacionales.

Complementariamente, han surgido redes de movilidad sectorial que atienden las necesidades específicas de determinados ámbitos profesionales. Ejemplos destacados son:

  • EuroMobility Tourism: especializada en movilidades para el sector turístico y hostelero
  • AgroFE: centrada en formación transnacional para profesiones agroalimentarias
  • EuWoRk: orientada a profesiones industriales y manufactureras
  • DigitalEU: focalizada en tecnologías de la información y comunicación
  • GreenSkills4VET: dedicada a profesiones vinculadas con la sostenibilidad ambiental

Reconocimiento de cualificaciones: sistema ECVET y pasaporte europeo de competencias

El Sistema Europeo de Créditos para la Educación y Formación Profesional (ECVET) constituye una herramienta fundamental para facilitar el reconocimiento de los aprendizajes adquiridos durante períodos

de movilidad realizados en el extranjero. Este sistema se basa en la definición de resultados de aprendizaje (conocimientos, destrezas y competencias) que pueden acumularse y transferirse entre diferentes sistemas nacionales, facilitando así la permeabilidad entre distintos itinerarios formativos.

El funcionamiento del ECVET se articula a través de acuerdos de aprendizaje (Learning Agreement) que especifican los resultados esperados de cada movilidad y establecen las condiciones para su validación y reconocimiento en el país de origen. De este modo, los estudiantes pueden integrar estas experiencias internacionales en su itinerario formativo sin penalizaciones en términos de duración o reconocimiento académico.

Complementariamente, el Pasaporte Europeo de Competencias (Europass Skills Passport) ofrece un formato estandarizado para documentar las competencias y cualificaciones adquiridas a lo largo de la vida, incluyendo aquellas desarrolladas durante experiencias de movilidad. Este documento, disponible en 29 idiomas, facilita la comprensión de las capacidades profesionales por parte de empleadores de diferentes países.

El sistema se completa con el Suplemento al Certificado Europass, un documento que acompaña a las titulaciones oficiales de FP y proporciona información detallada sobre los contenidos cursados, las competencias adquiridas y los ámbitos profesionales de aplicación, facilitando así su interpretación en contextos internacionales.

Digitalización y nuevas competencias en la FP europea

La transformación digital está redefiniendo profundamente los perfiles profesionales en todos los sectores económicos. Los sistemas europeos de formación profesional se encuentran en pleno proceso de adaptación para responder a esta realidad emergente, incorporando nuevas competencias digitales en sus currículos e implementando metodologías formativas innovadoras basadas en tecnologías avanzadas.

Según el informe "Digital Skills in Vocational Education" elaborado por el CEDEFOP, el 85% de los puestos de trabajo actuales requiere algún tipo de competencia digital, porcentaje que alcanzará el 90% en 2025. Este escenario plantea desafíos significativos, pero también oportunidades excepcionales para modernizar los sistemas de FP y reforzar su relevancia en el panorama educativo contemporáneo.

Centros de excelencia profesional: casos de dinamarca y finlandia

Los Centros de Excelencia Profesional (CoVEs, por sus siglas en inglés) representan una apuesta estratégica de la Unión Europea para impulsar la innovación y la calidad en los sistemas de FP. Estos centros actúan como ecosistemas colaborativos que conectan proveedores de formación, empresas, centros de investigación y autoridades locales para desarrollar enfoques formativos avanzados en sectores específicos.

En Dinamarca, el cluster de Copenhague para la Fabricación Avanzada constituye un referente en este ámbito. Este centro integra laboratorios de última generación, espacios de co-creación y plataformas de simulación industrial que permiten a los estudiantes familiarizarse con tecnologías como robótica colaborativa, fabricación aditiva o sistemas ciberfísicos. La colaboración con empresas como Danfoss, Grundfos y Velux garantiza la actualización constante de equipamientos y contenidos formativos.

El modelo finlandés, ejemplificado en el Omnia AI Lab de Helsinki, destaca por su enfoque interdisciplinar. Este centro especializado en inteligencia artificial combina la formación técnica con el desarrollo de competencias transversales como el pensamiento computacional o la ética aplicada a la tecnología. Su metodología pedagógica, basada en proyectos reales planteados por empresas colaboradoras, ha demostrado notables resultados en términos de motivación estudiantil e inserción laboral cualificada.

Los Centros de Excelencia Profesional no son simplemente instituciones formativas avanzadas, sino nodos de innovación que catalizan la transformación de ecosistemas productivos regionales, actuando como puentes entre el presente y el futuro del trabajo.

Integración de tecnologías industry 4.0 en currículos de FP

La incorporación de tecnologías asociadas a la Industria 4.0 en los programas formativos representa uno de los mayores desafíos para los sistemas europeos de FP. Esta integración abarca desde la actualización de infraestructuras y equipamientos hasta la capacitación del profesorado y el diseño de nuevos marcos curriculares adaptados a las realidades tecnológicas emergentes.

En Austria, el programa Fit4Industry4.0 ha desarrollado un marco de competencias digitales específicas para diferentes familias profesionales. Este modelo establece cinco niveles progresivos de dominio tecnológico, desde la familiarización básica hasta la capacidad para liderar procesos de transformación digital en entornos laborales. Su implementación ha implicado la creación de laboratorios especializados en tecnologías como Internet de las Cosas, análisis de datos industriales o ciberseguridad en entornos productivos.

El enfoque holandés, articulado a través de los Smart Industry Fieldlabs, prioriza el aprendizaje experiencial en entornos productivos reales. Estos espacios, distribuidos por todo el país y especializados en diferentes tecnologías, permiten a los estudiantes participar en proyectos de innovación desarrollados conjuntamente con empresas e instituciones de investigación. Actualmente existen 43 fieldlabs activos que abarcan ámbitos como la fabricación flexible, la robótica avanzada o la logística inteligente.

Formación en competencias verdes: programas pioneros en francia y suecia

La transición hacia modelos económicos más sostenibles está generando una demanda creciente de profesionales con "competencias verdes", aquellas que permiten desarrollar productos y servicios con menor impacto ambiental. Los sistemas europeos de FP están respondiendo a esta tendencia mediante la creación de programas formativos específicos y la integración transversal de contenidos relacionados con la sostenibilidad.

En Francia, la iniciativa Campus des Métiers et des Qualifications ha desarrollado una red de centros especializados en economía verde que agrupa a más de 400 instituciones educativas y 1.200 empresas. Estos campus temáticos ofrecen formación especializada en ámbitos como energías renovables, edificación sostenible, movilidad limpia o economía circular. El campus de Aquitania, especializado en eficiencia energética, ha formado a más de 3.500 técnicos especializados desde 2016, con una tasa de inserción laboral superior al 85%.

El modelo sueco destaca por su enfoque integrador de las competencias verdes en todos los programas formativos. Desde 2018, los currículos nacionales de FP incorporan obligatoriamente cinco dimensiones de sostenibilidad: eficiencia energética, economía circular, análisis del ciclo de vida, soluciones basadas en la naturaleza y responsabilidad social corporativa. Esta aproximación transversal garantiza que todos los graduados, independientemente de su especialidad, dispongan de una base sólida de competencias verdes aplicables en sus respectivos ámbitos profesionales.

Microacreditaciones digitales y formación modular

Las microacreditaciones representan un enfoque innovador para certificar competencias específicas adquiridas a través de experiencias formativas de corta duración. Estos certificados digitales, que complementan las cualificaciones tradicionales, permiten una mayor flexibilidad y personalización de los itinerarios formativos, respondiendo así a las necesidades de actualización continua que caracterizan el mercado laboral contemporáneo.

El sistema irlandés de Digital Badges, implementado por SOLAS (Autoridad de Educación y Formación Continua), ha desarrollado un ecosistema de microacreditaciones reconocidas por empleadores y validadas por el Marco Nacional de Cualificaciones. Estas insignias digitales certifican competencias específicas en ámbitos como análisis de datos, marketing digital o ciberseguridad, y pueden acumularse progresivamente para obtener cualificaciones más amplias.

En Italia, el proyecto MOOC Maker ha creado una plataforma que integra cursos masivos abiertos con un sistema de microacreditaciones vinculadas al Marco Europeo de Competencias Digitales. Los estudiantes pueden personalizar sus trayectorias formativas combinando módulos de diferentes especialidades, acumulando credenciales verificables que se almacenan en una cartera digital compatible con el estándar Europass.

Conexión con el mercado laboral: prácticas y orientación profesional

La vinculación efectiva con el entorno productivo constituye un elemento definitorio de los sistemas avanzados de formación profesional. Esta conexión transcurre por múltiples canales, desde las prácticas profesionales hasta los servicios de orientación laboral, pasando por metodologías formativas basadas en retos empresariales o sistemas de prospección que anticipan necesidades futuras de cualificación.

Las experiencias europeas más exitosas en este ámbito se caracterizan por superar el modelo tradicional de colaboración puntual, estableciendo alianzas estratégicas a largo plazo que implican a las empresas en todas las fases del proceso formativo: desde el diseño curricular hasta la evaluación de competencias, pasando por la formación del profesorado o la actualización de equipamientos.

En Bélgica, los Centros de Competencia de Valonia han desarrollado un modelo de "laboratorios de empresa" donde los estudiantes desarrollan proyectos reales propuestos por compañías colaboradoras. Este enfoque garantiza la relevancia de los aprendizajes y facilita el contacto directo con potenciales empleadores. El seguimiento realizado muestra que el 72% de los participantes recibe ofertas de empleo de las empresas con las que ha colaborado durante su formación.

El sistema estonio ha implementado un enfoque innovador mediante su plataforma Skills Matchmaker, que utiliza inteligencia artificial para analizar las competencias desarrolladas por cada estudiante y sugerir prácticas profesionales optimizadas según su perfil. Este sistema, que procesa datos de más de 3.000 empresas colaboradoras, ha incrementado en un 31% la satisfacción tanto de estudiantes como de empleadores con las experiencias de práctica profesional.

Financiación y políticas europeas para el impulso de la FP

El respaldo institucional y financiero a nivel europeo ha sido determinante para la modernización de los sistemas de formación profesional. Las diferentes iniciativas comunitarias han proporcionado no solo recursos económicos, sino también marcos estratégicos, herramientas metodológicas y espacios de cooperación transnacional que han estimulado las reformas nacionales y la innovación pedagógica en este ámbito.

Esta apuesta decidida refleja el reconocimiento de la formación profesional como pieza estratégica en la construcción de economías competitivas e inclusivas, capaces de afrontar con éxito los desafíos asociados a la digitalización, la transición ecológica y las transformaciones demográficas.

Fondo social europeo plus (FSE+) aplicado a la formación profesional

El Fondo Social Europeo Plus (FSE+) constituye el principal instrumento financiero de la UE para invertir en capital humano. Con un presupuesto de 99.300 millones de euros para el período 2021-2027, el FSE+ integra diversos programas anteriormente separados, permitiendo un enfoque más coherente y simplificado para el desarrollo de competencias y la empleabilidad.

Específicamente para la formación profesional, el FSE+ financia actuaciones en cuatro ámbitos prioritarios: modernización de infraestructuras y equipamientos, formación del profesorado, desarrollo curricular innovador y sistemas de garantía de calidad. El fondo opera mediante programas operativos diseñados por cada Estado miembro de acuerdo con sus necesidades específicas, pero alineados con las prioridades europeas establecidas en el Pilar Europeo de Derechos Sociales.

Entre los proyectos destacados financiados por el FSE+ en el ámbito de la FP podemos mencionar la red Skills Labs Portugal, que ha creado 23 centros avanzados especializados en diferentes tecnologías emergentes; el programa polaco Digital VET Teachers, que ha formado a más de 12.000 docentes en competencias digitales avanzadas; o la iniciativa croata Regional Centers of Competence, que ha establecido una red de centros especializados en sectores estratégicos para la economía regional.

Plan de acción de educación digital 2021-2027 y su impacto en la FP

El Plan de Acción de Educación Digital 2021-2027 establece una visión estratégica para mejorar la calidad, inclusividad y accesibilidad de la educación digital en Europa. Este marco, que cuenta con un presupuesto específico de 2.200 millones de euros, contempla medidas particularmente relevantes para la formación profesional, reconociendo las especificidades de este sector educativo en cuanto a equipamientos, metodologías y vínculos con el entorno productivo.

Entre las acciones más significativas para la FP destacan la creación del European Digital Learning Hub, una plataforma que recopila recursos educativos abiertos especializados en diferentes ámbitos profesionales; el programa VET Teachers Digital Academy, que ofrece formación avanzada para docentes de FP en metodologías digitales; y la iniciativa Digital Credentials for VET, orientada a desarrollar estándares europeos para la certificación digital de competencias profesionales.

La evaluación intermedia del Plan, publicada en 2023, muestra avances significativos en indicadores clave como el porcentaje de centros de FP con plan estratégico de digitalización (incremento del 42% al 78%), la proporción de docentes formados en metodologías digitales (del 37% al 65%) o el número de estudiantes que utilizan simuladores y entornos virtuales en su formación práctica (del 23% al 54%).

Alianza europea para la formación de aprendices y casos de éxito

La Alianza Europea para la Formación de Aprendices (EAfA), lanzada en 2013, constituye una plataforma multi-stakeholder que reúne a gobiernos, empresas, interlocutores sociales, proveedores de formación y organizaciones juveniles con el objetivo de fortalecer la calidad, la oferta y la imagen de los programas de aprendizaje en Europa.

Esta iniciativa, que actualmente integra más de 350 organizaciones miembro, opera mediante compromisos voluntarios que se traducen en acciones concretas: creación de nuevas plazas de aprendizaje, mejora de las condiciones laborales de los aprendices, desarrollo de marcos de garantía de calidad o campañas de sensibilización sobre los beneficios de esta modalidad formativa.